Con estos tips no solamente te ayudaras a ti, si no también al planeta.
1. Come más vegetales y frutas.
Los expertos recomiendan llenar más de la mitad del plato con productos de origen vegetal. También puedes usar creativamente en diversas recetas partes de los vegetales que usualmente no usas, como las cascaras de la papá y la zanahoria o los tallos del brócoli o la coliflor para hacer una sopa. Hay infinidad de recetas en internet en donde te enseñan a utilizar partes de los alimentos que usualmente son desechadas.
2. Compra local y nacional, también, productos de temporada.
Transportar los alimentos genera gases de efecto invernadero, por eso, entre menos distancias recorran hasta nuestros platos su huella de carbono será menor y, por ende, también su contribución al cambio climático. Por otro lado, las verduras y frutas en época de cosecha suelen ser abundantes y si no las consumimos, probablemente, se pierdan o desperdicien.
3. Aprovecha la variedad y no comas siempre lo mismo.
Si millones de personas comemos lo mismo todos los días, se necesitan miles de hectáreas de unos pocos cultivos para satisfacer esa demanda, lo cual desgasta los suelos y afecta los ecosistemas. En cambio, si comemos variado, fomentamos la agrobiodiversidad y enriquecemos nuestra dieta.
Además, cultivar y consumir una variedad más amplia de alimentos también nos ayuda a ser más resilientes a los impactos de plagas, enfermedades o condiciones climáticas extremas.
4. Respeta las temporadas de veda y apoya la pesca sostenible.
Hay temporadas del año en las que se prohíbe la pesca de ciertas especies de peces o mariscos, las llamamos vedas. Si compras una especie en periodo de veda, incentivas su captura ilegal.
5. Compra solo lo que vayas a consumir y evita los empaques.
Antes de hacer compras, haz una lista de lo que necesitas, así no desperdicias. También evita usar bolsas plásticas y comprar productos envueltos en plástico o icopor.